El barro negro viene de una producción alfarera tradicional del estado de Oaxaca. Es una de las artesanías más populares y apreciados en México.
Tiene origen en el periodo de Monte Albán, donde en sus inicios eran objetos de tonos grisáceos y mates. A partir del siglo xx los alfareros locales consiguieron que la cerámica obtuviera un tono negro brillante gracias a las técnicas de pulido y bruñido.
Cada pieza toma entre 15 y 20 días en ser finalizada.